SEIS MESES DE CORONAVIRUS: ESTO ES ALGO DE LO QUE HEMOS APRENDIDO

Por: Carlos Alberto Piedrahita, gerente Hospital Santa Sofía

Mucho sigue siendo desconocido y misterioso, pero estas son algunas de las cosas de las que estamos bastante seguros después de medio año de esta pandemia.

Realmente no sabemos cuándo el nuevo coronavirus comenzó a infectar a las personas. Pero a medida que pasamos una página de nuestros calendarios en junio, es justo decir que Sars-Cov-2 ha estado con nosotros durante seis meses completos.

Al principio, no tenía nombre ni identidad verdadera. A principios de enero, los informes noticiosos se referían a síntomas extraños y amenazantes que habían enfermado a docenas de personas en una gran ciudad china con la que muchas personas en el mundo probablemente no estaban familiarizadas. Después de medio año, esa gran metrópoli, Wuhan, es conocida, como lo es el coronavirus y la enfermedad que causa, Covid-19.

En ese tiempo, muchos científicos en sus escritorios de ciencia y salud han cambiado su enfoque de la pandemia de coronavirus. Si bien mucho sigue siendo desconocido y misterioso después de seis meses, hay algunas cosas de las que estamos bastante seguros. Estas son algunas de esas ideas.

LO QUE TODAVÍA NO SABEMOS

Tendremos que vivir con esto por mucho tiempo.

El virus no ha mostrado signos de desaparecer: estaremos en esta era de pandemia a largo plazo, probablemente un año o más. Las máscaras, el distanciamiento social, el lavado de manos inquieto, el doloroso alejamiento de amigos y familiares: esos pasos siguen siendo la mejor esperanza de mantenerse bien, y lo serán por algún tiempo.

"Este virus puede convertirse en otro virus endémico en nuestras comunidades, y es posible que este virus nunca desaparezca", advirtió el mes pasado el Dr. Mike Ryan, director ejecutivo del programa de emergencias sanitarias de la Organización Mundial de la Salud. Algunos científicos piensan que cuanto más tiempo vivamos con el virus, más leves serán sus efectos, pero eso está por verse.

Las predicciones de que millones de dosis de una vacuna pueden estar disponibles para finales de este año pueden ser demasiado optimistas. Ninguna vacuna ha sido creada tan rápido.

La enfermedad sería menos aterradora si hubiera un tratamiento que pudiera curarla o, al menos, prevenir una enfermedad grave. Pero no hay.

Lo que nos lleva de vuelta a las máscaras y al distanciamiento social, que se han vuelto bastante antisociales. Si tan solo pudiéramos volver a la vida como solía ser.

No podemos. Aún no. Hay suficientes comodines con esta enfermedad, adultos y niños perfectamente sanos que inexplicablemente se ponen muy, muy enfermos, que nadie puede darse el lujo de ser arrogante para contraerla. Alrededor del 35 por ciento de las personas infectadas no tienen síntomas , por lo que si están fuera de casa, podrían infectar a otras personas sin saberlo.

Enormes preguntas se ciernen. ¿Se pueden hacer seguros los lugares de trabajo? ¿Qué pasa con los aviones, autobuses escolares? ¿Cuántas personas pueden trabajar desde casa? ¿Cuándo sería seguro reabrir las escuelas? ¿Cómo lograr que un niño de 6 años tenga la capacidad de atención de una ardilla para distanciarse socialmente?

El resultado final: use una máscara, mantenga su distancia. Cuando llegue el momento, vacúnese contra la gripe, para protegerse de una enfermedad respiratoria que pueda evitar y para ayudar a evitar que las salas de emergencia y la atención urgente se vean abrumadas. Espero un tratamiento, una cura, una vacuna. Se paciente. Tenemos que mantener el ritmo. Si hay algo así como un maratón de enfermedades, este es.